Bahá'í Library Online
. . . .
.
>>   Bahá'í Writings Books
TAGS: Tablets of Bahaullah revealed after the Kitab-i-Aqdas
> add tags

Tablas de Baha'u'llah Reveladas despues del Kitab-i-Aqdas

by Bahá'u'lláh

previous chapter chapter 4 start page single page chapter 6 next chapter

Chapter 5

TAJALLÍYÁT

Refulgencias

Ésta es la Epístola de Dios, el que Ayuda en el Peligro, el que Subsiste por Sí Mismo.

ÉL ES QUIEN ESCUCHA DESDE SU REINO DE GLORIA

Dios atestigua que no hay otro Dios salvo él, y que Quien ha aparecido es el Misterio Oculto, el Símbolo Atesorado, el Libro Más Grande para todos los pueblos, y el Cielo de munificencia para el mundo entero. Él es el Signo Más Poderoso entre los hombres y la Aurora de los más augustos atributos en el reino de la creación. Por medio de Él ha aparecido aquello que estaba oculto desde tiempo inmemorial, velado a los ojos de los hombres. Él es Aquel cuya Manifestación fue anunciada por las Escrituras celestiales, en tiempos pasados y más recientemente. Quienquiera reconozca su creencia en él y en sus signos y testimonios, ha reconocido en verdad lo que la Lengua de Grandeza expresó antes de la creación del cielo y de la tierra y de la revelación del Reino de los Nombres. A través de Él, el océano del conocimiento se ha agitado entre la humanidad, y el río de la sabiduría divina ha brotado a borbotones por mandato de Dios, el Señor de los Días.

Bienaventurado el hombre de discernimiento que ha reconocido y percibido la Verdad, y el que posee un oído atento que escucha su dulce Voz, y la mano que ha recibido su Libro con tal resolución como la que nace de Dios, Señor de este mundo y del venidero, y el caminante fervoroso que se ha apresurado a su glorioso horizonte, y el que está dotado de fortaleza, a quien ni el poder abrumador de los gobernantes ni el tumulto levantado por los dirigentes religiosos han sido capaces de estremecer. Y ¡ay! de aquel que rechaza la gracia de Dios y su munificencia, y niega su tierna misericordia y su autoridad; ciertamente, tal hombre se cuenta entre quienes impugnan el testimonio de Dios y Su prueba por toda la eternidad.

Grande es la bendición de aquel que en este Día abandona las cosas corrientes entre los hombres y se aferra a lo ordenado por Dios, el Señor de los Nombres y el Modelador de todas las cosas creadas, Quien ha venido desde el cielo de la eternidad mediante el poder del Más Grande Nombre, investido con una autoridad tan invencible que todos los poderes de la tierra son incapaces de resistírsele. De ello es testigo el Libro Madre, que llama desde la Más Sublime Posición.

¡Oh 'Alí Akbar!13 Repetidamente hemos oído tu voz y te hemos respondido con aquello con lo que la alabanza de toda la humanidad no puede rivalizar; de lo cual los sinceros inhalan los suaves aromas de las palabras del Todomisericordioso, sus verdaderos amantes perciben la fragancia de la reunión celestial y los sedientos descubren el murmullo del agua que en verdad es vida. Bendito el hombre que la alcanza y reconoce lo que en este momento está siendo difundido por la Pluma de Dios, el que Ayuda en el Peligro, el Todopoderoso, el Todomunífico.

Somos testigos de que has vuelto tu rostro hacia Dios, has viajado mucho hasta alcanzar su presencia y has escuchado la voz de este Agraviado, que fue encarcelado por las fechorías de aquellos que no han creído en los signos y testimonios de Dios y han negado esta gracia celestial, a través de la cual se ha hecho brillar al mundo entero. Bendito sea tu rostro, pues se ha vuelto hacia Él, y tu oído, pues ha escuchado su Voz, y tu lengua, ya que ha celebrado la alabanza de Dios, el Señor de señores. Oramos a Dios para que bondadosamente te ayude a convertirte en un estandarte de la promoción de su Causa y te permita acercarte a Él en todo momento y en todas las condiciones.

Nosotros recordamos a los elegidos de Dios y Sus amados de esa tierra y les comunicamos las alegres nuevas de lo que ha sido enviado en su honor desde el Reino de la prolación de su Señor, el Soberano Gobernante del Día del Juicio. Hazles mención de Mí e ilumínales con la gloria resplandeciente de mis palabras. Verdaderamente tu Señor es el Munífico, el Generoso.

¡Oh tú que magnificas mi alabanza! Escucha lo que la gente de la tiranía Me atribuye en mis días. Algunos dicen: "Él afirma que posee la divinidad", otros declaran: "Él ha urdido una mentira contra Dios", y aun otros afirman: "Él ha venido para fomentar la sedición." Ellos son ruines y miserables. ¡Vedlo! En verdad, están esclavizados por las ociosas imaginaciones.

Dejaremos ahora de emplear el lenguaje elocuente.14 En verdad, tu Señor es el Potente, el Irrestringido. Gustosamente hablaremos en lengua persa para que quizás todo el pueblo de Persia llegue a conocer las manifestaciones del Señor Misericordioso y a descubrir la Verdad.

EL PRIMER TAJALLÍ

que ha alboreado desde el Sol de la Verdad es el conocimiento de Dios - exaltada sea su gloria-. Y el conocimiento del Rey de los días sempiternos de ninguna manera puede lograrse, salvo mediante el reconocimiento de Aquel que es el Portador del Más Grande Nombre. Él es, en verdad, el Orador del Sinaí, que ahora está sentado en el trono de la Revelación. Él es el Misterio Oculto y el Símbolo Atesorado. Todos los Libros antiguos de Dios, así como los más recientes, están adornados con su alabanza y ensalzan su gloria. A través de Él se ha establecido en el mundo el estandarte del conocimiento y se ha desplegado la enseña de la unicidad de Dios entre todos los pueblos. Sólo logrando su presencia puede alcanzarse la presencia divina. Mediante su potencia se revela ahora todo lo que había estado velado y oculto desde tiempo inmemorial. Él se ha hecho manifiesto por medio del poder de la verdad y ha pronunciado una Palabra por la cual todos los que están en los cielos y en la tierra se han quedado mudos de asombro, a excepción de aquellos a quienes el Todopoderoso ha deseado eximir. La verdadera creencia en Dios y su reconocimiento no pueden ser completos salvo mediante la aceptación de lo que Él ha revelado y el cumplimiento de todo lo que ha sido decretado por Él y ha escrito en el Libro por la Pluma de Gloria.

Quienes se sumerjan en el océano de Sus palabras deben mostrar en todo momento la máxima consideración por las ordenanzas y prohibiciones divinamente reveladas. De hecho, Sus ordenanzas constituyen la más poderosa fortaleza para la protección del mundo y la salvaguardia de sus pueblos, una luz para aquellos que admiten y reconocen la verdad, y un fuego para los que se apartan y la niegan.

EL SEGUNDO TAJALLÍ

es permanecer firmes en la Causa de Dios -exaltada sea su gloria- y ser constantes en su amor. Y de manera alguna puede esto lograrse sino mediante el pleno reconocimiento de Él; y el reconocimiento pleno no puede obtenerse sino por la fe en las benditas palabras: "Él hace todo cuanto desea." Quienquiera se adhiera tenazmente a esta sublime palabra y beba abundantemente de las aguas vivas de la prolación que son inherentes a ella, se verá impregnado de una constancia tal que todos los libros del mundo serán impotentes para apartarle del Libro Madre. ¡Oh cuán gloriosa es esta sublime posición, este exaltado rango, este propósito final!

¡Oh 'Alí Akbar! Considera cuán abyecto es el estado de los descreídos. Todos ellos pronuncian las palabras: "Verdaderamente Él debe ser alabado en Sus acciones y obedecido en Sus mandatos." Sin embargo, si revelásemos algo que fuese contrario a sus costumbres y deseos egoístas, incluso en la medida del ojo de una aguja, ellos lo rechazarían desdeñosamente. Di: Nadie puede sondear jamás las múltiples exigencias de la suma sabiduría de Dios. En verdad, si Él declarase que la tierra es el cielo, nadie tendría derecho a poner en duda su autoridad. Esto es lo que el Punto del Bayán ha atestiguado en todo lo que Le fue enviado con verdad por mandato de Dios, Aquel que ha hecho romper el Alba.

EL TERCER TAJALLÍ

concierne a las artes, oficios y ciencias. El conocimiento es como unas alas para la vida del hombre y como una escalera para su ascenso. La adquisición del mismo es responsabilidad de todos. Sin embargo, debe adquirirse el conocimiento de aquellas ciencias que beneficien a los pueblos de la tierra, y no de aquellas que comienzan con palabras y terminan con palabras. Grande, en verdad, es la demanda que los científicos y los artesanos hacen a los pueblos del mundo. De ello da testimonio el Libro Madre en el día de Su retorno. Dichosos aquellos que poseen un oído que escucha. En verdad, el conocimiento es un verdadero tesoro para el hombre y una fuente de gloria, de munificencia, de gozo, de exaltación, de alegría y de regocijo para él. Así ha hablado la Lengua de Grandeza en esta Más Grande Prisión.

EL CUARTO TAJALLÍ

concierne a la Divinidad, a la cualidad de lo divino y a otros asuntos similares. Si un hombre perspicaz dirigiese su mirada hacia el bendito y manifiesto Árbol del Loto y hacia sus frutos, se enriquecería tanto por ello que sería independiente de todo lo demás y admitiría su creencia en aquello que el Orador del Sinaí manifestó desde el trono de la Revelación.

¡Oh 'Alí Akbar! Familiariza al pueblo con los versos sagrados de tu Señor y dales a conocer su recto Sendero, su poderoso Anuncio.

Di: Oh pueblo, si juzgáis justa y equitativamente, daréis testimonio de la verdad de todo lo que ha fluido de la Exaltadísima Pluma. Si sois del pueblo del Bayán, el Bayán Persa os guiará rectamente y será testimonio suficiente para vosotros; y si sois del pueblo del Corán, meditad acerca de la Revelación del Sinaí y la Voz de la Zarza que vino al Hijo de 'Imrán.15

¡Dios Munífico! Se pretendía que, en el momento de la manifestación del único Dios verdadero, la facultad de reconocerle se hubiera desarrollado, hubiera madurado y alcanzado su culminación. No obstante, ahora se demuestra claramente que en los descreídos esta facultad se ha desarrollado poco y, de hecho, ha degenerado.

¡Oh 'Alí! Lo que ellos aceptaron de la Zarza, ahora se niegan a aceptarlo de Aquel que es el Árbol del mundo de la existencia. Di: Oh pueblo del Bayán, no habléis siguiendo los impulsos de la pasión y el deseo egoísta. La mayoría de los pueblos de la tierra atestigua la verdad de la bendita Palabra que surgió de la Zarza.

¡Por la rectitud de Dios! Si no hubiera sido por el himno de alabanza que cantó Aquel que anunció la Revelación divina, este Agraviado jamás habría pronunciado una palabra que pudiera infundir terror en los corazones de los ignorantes y les hiciera perecer. Explayándose en la glorificación de Aquel a Quien Dios hará manifiesto -exaltada sea su Manifestación-, el Báb dice al comienzo del Bayán: "Él es Aquel que en toda circunstancia proclamará: 'Verdaderamente, verdaderamente Yo soy Dios; no hay Dios sino Yo, el Señor de todas las cosas creadas. En verdad, todos los demás son mis criaturas. ¡Oh mis criaturas! Sólo a Mí me debéis adorar'". De igual modo, en otra ocasión, magnificando el Nombre de Aquel a Quien Dios hará manifiesto, dice Él: "Yo sería el primero en adorarle." Ahora, a cada cual le corresponde reflexionar sobre el significado de "Adorador" y "Adorado", para que acaso las gentes de la tierra tomen una gota de rocío del océano del conocimiento divino y les sea permitido percibir la grandeza de esta Revelación. Verdaderamente Él ha aparecido y ha soltado su lengua para proclamar la Verdad. Bienaventurado aquel que admite y reconoce la verdad, y ¡ay! de los recalcitrantes y los rebeldes.

¡Oh razas de la tierra! Inclinad vuestro oído hacia la Voz que procede del divino Árbol del Loto que cubre el mundo, y no seáis del pueblo de la tiranía sobre la tierra (hombres que han repudiado a la Manifestación de Dios y a su invencible autoridad y han renunciado a sus favores); ellos, en verdad, se cuentan entre los despreciables en el Libro de Dios, el Señor de toda la humanidad.

La gloria que ha amanecido sobre el horizonte de mi tierna misericordia sea sobre ti y sobre quienquiera se encuentre contigo y preste oído a tus palabras relativas a la Causa de Dios, el Todopoderoso, el Todoalabado.
previous chapter chapter 4 start page single page chapter 6 next chapter
Back to:   Bahá'í Writings Books
Home Site Map Forum Links Copyright About Contact
.
. .