. | . | . | . | ||||||||||||||||||||
. |
Historia de la Religión desde la Perspectiva Bahá'íby Alessandro Bausanitranslated by Miguel Gil Santesteban2003? original written in Italian. Uno de los términos de mayor uso en el ámbito islámico es murtadd, termino con el que se designa al hombre o mujer que abandona el Islam para abrazar una religión anterior como pueda ser el Judaísmo o el Cristianismo. La ley musulmana (Sharí'ah) se muestra extremadamente severa con tal clase de personas: ser murtadd equivale a la muerte civil. El matrimonio de tal persona se disuelve automáticamente, sin que medien divorcios u otras formalidades, quedando el cónyuge libre para contraer matrimonio. Sin embargo, la situación del musulmán que se convierte en bahá'í es bastante diferente. En este caso, el bahá'í acepta a Muhammad como Profeta de Dios (Resúl'ulláh), pero también cree que después de Muhammad han existido otras dos grandes Manifestaciones de Dios. Los seres humanos no pueden vivir sin leyes divinas. Es verdad que los bahá'ís consideran a la Manifestación de Dios como una "manifestación" (mazhar) de la Esencia de Dios, un concepto enfáticamente rechazado por el Islam, al menos por el Islam Sunní. No obstante, desde el punto de vista bahá'í tales Manifestaciones no son consideradas como el Cristo cristiano, en quien la Esencia de Dios desciende mediante la llamada hulúl ("encarnación"). A este respecto Bahá'u'lláh es muy claro en los Siete Valles (especialmente en el "Valle de la Unidad"). Allá donde otros escritores han expresado puntos de vista extremadamente panteístas, Bahá'u'lláh declara: "Empero, que nadie interprete estas declaraciones como antropomorfismos, ni vea en ellas el descenso de los mundos de Dios a los niveles de las criaturas; como tampoco deberían llevar a Vuestra Eminencia a Y en otro lugar Bahá'u'lláh asevera: "Ya hemos asignado, en las páginas precedentes, dos posiciones a cada una de las Lumbreras que surgen de las Auroras de santidad eterna. Una de esas posiciones, la de unidad esencial, ya la hemos explicado. "No hacemos diferencia entre ninguno de ellos". La otra posición es la de distinción y pertenece al mundo de la creación y a sus limitaciones. Respecto a esto, cada Manifestación de Dios tiene una individualidad distinta, una misión definitivamente señalada, una Revelación predestinada y limitaciones especialmente designadas. Cada una de ellas es conocida por un nombre diferente y se caracteriza por un atributo especial, cumple una Misión definida y le es confiada una Revelación particular. Tal como Él dice: "Hemos hecho que algunos de los Apóstoles aventajen a los demás. A unos Dios les ha hablado; a otros los ha elevado exaltándolos. Y a Jesús, Hijo de María, Le dimos signos manifiestos y Le fortalecimos con el Espíritu Santo".
Por supuesto, Bahá'u'lláh suele referirse a menudo a su religión materna, el Islam, de la que se deriva la Fe Bahá'í (tal y como el Cristianismo se deriva del Judaísmo). Bahá'u'lláh menciona específicamente el Cristianismo y la religión musulmana es su famoso libro Kitáb-i-Iqán (El Libro de la Certeza). De ahí que lo citemos ampliamente en el presente trabajo. Las ideas escatológicas del Qur'án son mencionadas directamente por Bahá'u'lláh como anticipación de su propias revelación. Muchos bahá'ís me preguntan acerca de "conocidas" profecías sobre Bahá'u'lláh contenidas en el Qur'án. A menudo suelo decir que no existen predicciones transparentes en el Qur'án con relación a Bahá'u'lláh, lo que crea cierta confusión en las personas que plantean la pregunta. Pero lo que deseo expresar con ello es que todas las partes del Qur'án relativas al final del mundo, el sá'a (la Hora del Juicio Final), el naba'al-‘azím (el Gran Anuncio del Juicio Final) y similares, tienen como finalidad señalar la nueva dispensación de Bahá'u'lláh. De hecho, en el Qur'án, tal y como procure demostrar en un articulo publicado en 1956, [3] la idea del sá'a o Juicio Final se halla mezclada con la idea de la victoria final de la nueva dispensación del Profeta Muhammad frente a los kuffár o infieles de su época. Por ejemplo, en el Qur'án encontramos a Dios en conversación con Moisés en el primer encuentro de la zarza ardiente, hecho ocurrido en una época históricamente muy distante de ya no del Juicio Final sino de la época del propio Muhammad. En ese pasaje Dios se dirige a Moisés diciéndole: "La Hora llega" (inna's-sá'ata átiyatun (Qur'án 20:15). [4 ] Resulta curioso que la importancia de este pasaje haya pasado inadvertida a los interpretes. El dilema es claro: o bien la "Hora" significa el Juicio Final, en cuyo caso Muhammad pone en boca de Dios un absurdo, pues bien sabía que desde su dispensación a la de Moisés habían transcurrido varias generaciones, y que desde la suya al Juicio Final aun habían de transcurrir muchas más, o bien la "Hora" significa la victoria del nuevo Profeta (Moisés mismo) y el juicio de los incrédulos. Son numerosos los casos en que el termino "Hora" o expresiones similares mencionadas en el Qur'án hacen referencia a acontecimientos presentados o percibidos como si fueran "cercanos". Examinaremos algunos pasajes en cuestión. En el Qur'án 32:28, generalmente atribuido a la primera época del tercer período mequí, los infieles preguntan al Profeta: "¿Cuándo tendrá lugar esta conquista (fath), si sois verídicos?". [5] La pregunta guarda claramente un sentido escatológico. Sin embargo, fath parece ser utilizada en otros pasajes en un sentido netamente militar. En Qur'án 8:19, revelado en Medina, la fath (decisión victoriosa) es la batalla de Badr; en Qur'án 61:13, la famosa expresión nasrun mina'lláhi wa fathun qaríb ("el auxilo de Dios y un éxito cercano") parece aludir una victoria militar prometida por el Profeta (la conquista de Medina), si bien de manera harto interesante. En efecto, la expresión se repite en los versos precedentes donde Dios habla de los jardines del Paraíso con una mezcla inextricable de elementos materiales y trascendentes. En el versículo tardío del Qur'án 4:141, se hace uso de fath en un sentido más bien terreno: se trata de una victoria militar. En Qur'án 7:10, e incluso de manera más clara en Qur'án 110:1, fath significa la conquista de la Meca. En Qur'án 40:77, perteneciente al tercer período mequí, se dice: ¡Perseverad, pues, en vuestra paciencia! Y que la Promesa de Dios es verdadera, y ya sea te mostremos (en esta vida) algo de lo que Les prometimos, o bien llamemos vuestra alma (hacia nuestra Bondad antes de ello), (en todo caso, todos) retornaran hacia Nos! [6] Hay que precisar que la expresión la "Promesa de Dios" se refiere claramente a los acontecimientos militares de la época de Muhammad. En Qur'án 42:17, Dios dice: "(…) y "¿qué os hará comprender que acaso la Hora esta próxima?" El versículo muestra que Muhammad poseía gran sentido de la cercanía de la Hora, pero en un versículo ligeramente más tardío que el anterior, Dios dice: A cada pueblo (umma) Ahora bien, expresiones como ésta ("el asunto será tratado con justicia") se encuentran frecuentemente en pasajes que versan sobre el Juicio Final; esa Hora claramente se refiere al juicio profético, la venida del Profeta, en un autentico final, si no del mundo, de un mundo. Quienes no creen en el Profeta están condenados; los creyentes se encuentran entre los salvados. El Profeta es al mismo tiempo la distinción (furqán) y la salvación. Vale anotar que el moderno comentador sin Yusuf ‘Alí procura evadir la dificultad: "Si ese Mensajero fuese rechazado o pasado por alto, o su Mensaje fuera retorcido o mal empleado, el Día de las cuentas llegara, cuando se hará justicia perfecta y la verdad toda será revelada". [7] Aceptar nuestra interpretación más directa habría significado en su caso aceptar tendencias demasiado similares a las que algunas veces han sido tildadas en las obras islámicas de expresiones ghulúw (exageración mística). El Qur'án esta lleno de materiales simbólicos, al contrario de los que suelen pensar los intérpretes sunníes, quienes consideran que todos los versículos mutashábih que aparecen en el Qur'án son tentaciones. Por ejemplo, en Qur'án 7:53:¿Esperan a que (el Qur'án) sea interpretado (ta'wíl)? Pero el día en que la interpretación llegue, ellos…dirán… (sigue una escena escatológica). De esta manera, de acuerdo con la Escritura, llegado el fin del mundo (es decir, el fin de la era de Muhammad), tendrá lugar la interpretación simbólica del Qur'án. Todo el fin del mundo está ligado a la aparición de un Libro Sagrado. En Qur'án 13:38 se dice: "Hemos enviado apóstoles antes de vosotros, y les hemos designado mujeres e hijos, y nunca fue cometido de apóstol alguno mostrar señal alguna excepto con el consentimiento de Dios. Para cada final de un período hay un Libro (li-kulli ajalin kitábun)". Quienes rechazan la acepción ajal por final de un ciclo profético, término fijo de una vida, o final de una umma (sentido éste claramente marcado en pasajes paralelos), se ven obligados a afirmar que el pasaje resulta incomprensible, o bien no tienen más remedio que forzar el sentido obvio de ajal. En realidad, La única explicación es que Muhammad entendía que la venida del Profeta al final de la umma que le precedió constituía al mismo tiempo un juicio de esa misma umma. Vale la pena señalar que ya en Medina, Muhammad continuo hablando de la inminencia de la Hora como si se tratara de una victoria terrestre ganada por ese mismo y decidido Profeta sobre los no creyentes de la época. En un sura antiguo revelado en Medina (Qur'án 47:18), Dios dice: Entonces ¿aguardan a la Hora que habrá de venir a ellos de repente? Mas ya han llegado algunos signos (ashrát) de ello, y cuando les llega, ¿cómo pueden sacar provecho de su advertencia? Por tanto, parece como si la "Hora" fuese concebida como un acontecimiento que habían de presenciarlos interlocutores de Muhammad, los descreídos que habían sido testigos de las señales (ashrát), esto es, las primeras victorias obtenidas por Muhammad, quien después de la hégira es ya el arbitro virtual de la ciudad (Medina). No obstante, unas pocas líneas antes Dios habla de los ríos de leche y miel del Paraíso. No hay duda _por lo menos en lo que a mí respecta- de que en la mente del Profeta el concepto de juicio escatológico (Paraíso o Infierno) ha debido de estar íntimamente unido a las visiones de las victorias sugeridas por los triunfos militares y políticos de su carrera triunfal. El comentario ortodoxo de Yusuf ‘Alí parece confirmar de hecho tal interpretación. En un versículo tardío mediní, Qur'án 33:63, Dios habla de la proximidad de la Hora: Los hombres te preguntan sobre la Hora. Di: El conocimiento de ella queda con Dios (solamente). ¿Y que te hará comprender a ti? Quizás la Hora se aproxima. Resulta significativo que en el mismo sura, Qur'án 33:22, encontramos más pruebas del valor simbólico de las imágenes escatológicas: Cuando los creyentes vieron a las fuerzas de la coalición (al-ahzáb), dijeron: "Esto es lo que Dios y Su Apóstol nos han prometido (má wa'adaná ‘lláhu wa rasúluhu), y Dios y Su Apóstol dicen la verdad". ¡Y esto no hizo sino incrementar su fe y celo en la obediencia! Ahora bien, las expresiones "Esto es lo que Dios y Su Apóstol nos han prometido" (o amenazado) o "la Promesa de Dios", suelen aplicarse frecuentemente a los acontecimientos del Juicio. No obstante, es un hecho que en este versículo más tardío la llegada de la destrucción de los Confederados es vivida por los creyentes como si tratase como si tratase del cumplimiento de la "promesa". Una vez que esta interpretación es aceptada, resulta posible explicar de manera satisfactoria otros puntos controvertidos del texto sagrado. Así, el famoso pasaje del Qur'án 43:61 (del mismo periodo mequí) donde se dice de Jesús: "Wa-innahu la-‘ilmun li's-sá'ati; fa-lá tamtarunna bihá wa'ttabi'úni", que planteo ciertas dificultades a los antiguos comentaristas, se resuelve fácilmente. Yusuf ‘Alí lo traduce: "Y (Jesús) será la Señal (de la llegada de) la Hora del Juicio); por tanto, no albergues dudas (acerca de la Hora), sino sígueme". Sin embargo, lo que el texto significa es: "Y en verdad, Él (Jesús) es una señal de la Hora: Por tanto, no dudes y sígueme (como tu nuevo Profeta)". La dificultad del citado pasaje estriba en que mientras los orientalistas están de acuerdo en considerar que las leyendas islámicas sobre la venida de Jesús al final del mundo son tardías y postcoránicas, parece que en este versículo del propio Qur'án se encuentra una clara alusión a ello: Jesús es "una Segunda Señal de la Hora", esto es, una prefiguración de la Hora (del Juicio) cuando Él vendrá por segunda vez al mundo, dará muerte al dajjál "Anticristo), etc. Los comentaristas ortodoxos interpretan el pasaje de esta manera. Pero todo ello esta basado en la interpretación del sá'a como final del mundo físico; mientras que, por mi parte, creo que para Muhammad el término designa el final de la dispensación cristiana, del mundo cristiano. Solo si se acepta esta interpretación, se resuelve y restablece claramente la conexión lógica entre las dos oraciones "Jesús es una señal de la Hora" y "por tanto (fa), no dudes y sígueme". Esta visión escatológica clarifica la relación entre la Fe Bahá'í y otras religiones, incluyendo al Cristianismo y el Judaísmo. Por lo que respecta al Cristianismo, permítaseme que cite de nuevo El Kitáb-i-Iqán: Éstas son las melodías cantadas por Jesús, Hijo de María, con tonos de majestuosa fuerza en el Ridván del Evangelio, las cuales revelan los signos que deben anunciar el advenimiento de la próxima Manifestación. En el primer Evangelio según Mateo está escrito: "Y cuando preguntaron a Jesús sobre los signos de Su venida, Él les dijo: ‘En seguida, después de la opresión18 de aquellos días, se oscurecerá el sol, y la luna no dará su luz, y caerán las estrellas del cielo, y los poderes de la tierra se conmoverán. Entonces aparecerá el signo del Hijo del hombre en el cielo, y se lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles con resonante trompeta'". Vertido a la lengua persa, el sentido de estas palabras es el siguiente: Cuando ocurra la opresión y las aflicciones que han de sobrevenir a la humanidad, entonces no dará el sol su resplandor, ni la luna su luz; caerán sobre la tierra las estrellas del cielo y se estremecerán los pilares de la tierra. En ese tiempo los signos del Hijo del hombre aparecerán en el cielo, es decir, cuando estos signos hayan aparecido, la Belleza prometida y Esencia de la vida surgirá en el mundo visible procedente del reino de lo invisible. Y Él dice: en ese tiempo todos los pueblos y razas que habitan la tierra se quejarán y lamentarán, y verán a aquella divina Belleza venir del cielo cabalgando sobre las nubes con poder, grandeza y magnificencia, y enviando a Sus ángeles con resonante trompeta. De forma similar, las mismas expresiones se encuentran en los tres Evangelios restantes según Lucas, Marcos y Juan. Ya que Nos hemos referido a ellas extensamente en Nuestras Tablas reveladas en lengua árabe, no las hemos mencionado en estas páginas, limitándonos sólo a una referencia. Otra idea ortodoxa musulmana es que ha habido una "perversión" de las sagradas escrituras del pasado. En su denuncia de ciertos sacerdotes musulmanes, Bahá'u'lláh dice: Gran Dios! Estos sacerdotes, que aún dudan y disputan sobre los puntos oscuros de la teología de su fe a pesar de que aceptan la verdad de esta tradición, pretenden ser los intérpretes de las sutilezas de la ley de Dios y los expositores de los misterios esenciales de Su santa Palabra. Afirman confiadamente que aquellas tradiciones que indican la venida del Qá'im esperado aún no se han cumplido, en tanto que ellos mismos no han logrado percibir la fragancia del significado de esas tradiciones y todavía ignoran el hecho de que se han cumplido todos los signos predichos, que se ha revelado el camino de la santa Causa de Dios y, que el concurso de los fieles, veloz como el relámpago, pasa ahora mismo por ese camino, mientras que esos necios sacerdotes aún esperan presenciar los signos predichos. Di: ¡Oh necios! ¡Esperad, como esperan aquellos anteriores a vosotros! Por lo que respecta a otras religiones, tales ideas escatológicas bahá'ís también son aplicables. Permítaseme que relate una experiencia personal. En cierta ocasión conocí a un nativo australiano llamado "Tío Fred", el último sobreviviente de la tribu australiana de los Mining. Me contó el caso de un misionero cristiano que había intentado cambiar sus creencias y costumbres tradicionales con palabras como éstas: "Debes saber que Cristo es tu salvador personal. Te exhorta a que seas modesto y, por tanto, a que vistas adecuadamente". En cambio, el pionero bahá'í le dijo: "Vamos a estudiar juntos tu antigua religión". Y luego, tras haberse enterado por el Tío Fred de su creencia en el fin del mundo, cuando el océano desaparecería y todas las islas se unirían bajo una misma ley traída por dos personajes, etc., el bahá'í le dijo: "Sí, tienes toda la razón. Estos dos personajes son el Báb y Bahá'u'lláh, y lo que has mencionado de manera simbólica significa que el mundo estará unido por una sola ley: la ley bahá'í". Esta es la forma en que la Fe Bahá'í entronca con la religión "antigua", una forma histórica y escatológica. A decir verdad, para los bahá'ís, todas las religiones son verdaderas, porque la Fe Bahá'í revalida e incorpora las verdades de todas las formas pasadas de religión. A diferencia de todo movimiento del pasado de carácter humanístico o sincretista, la Fe Bahá'í sostiene que todas las religiones encuentran su consumación en una forma nueva: la Fe Bahá'í. No es de sorprender, pues, que ‘Abdu'l-Bahá, hijo del Fundador de la Fe Bahá'í, y su interprete, llegase a pronunciar esta maravillosa oración para toda la humanidad, con la que concluyo: ¡Oh Tú, bondadoso Señor! Tú has creado a toda la humanidad de un mismo origen. Tú has decretado que todos pertenezcan a un mismo hogar. En tu sagrada presencia todos ellos son tus siervos y toda la humanidad se cobija bajo tu tabernáculo; todos se han reunido en tu mesa de munificencia; todos están iluminados por la luz de tu providencia.
|
. | |||||||||||||||||||||
. | . | ||||||||||||||||||||||