Carmen Olimpia Ballesteros Sosa y Vicente Quiñonez de Esmeraldas:
Epitafios

by National Spiritual Assembly of the Bahá'ís of Ecuador

1. Mesaje por Carmen Olimpia Ballesteros Sosa

December 17, 2020

Queridos amigos,

Informamos de la ascensión al Reino de Abhá de nuestra querida amiga Carmen Olimpia Ballesteros Sosa, oriunda de Esmeraldas. Carmita se formó como maestra rural del magisterio en la zona norte de la Provincia Verde e ingresó a la comunidad del Más Grande Nombre al inicio de los años ochenta, convirtiéndose en maestra bahá’í por excelencia. Fue un baluarte de la Fe en Esmeraldas y sirvió muchos años como miembro de la Asamblea Espiritual Local y luego como Miembro del Cuerpo Auxiliar. Siempre se dedicó al servicio de la Fe, inspirando a todos a su alrededor, formando a niños y jóvenes, ahora adultos que sirven la Fe en diferentes instancias. Sus últimos años pasó en Bolivia, junta a dos de sus hijos y nietos, partiendo del plano terrenal desde la Ciudad de Santa Cruz. Pedimos a todos los amigos elevar oraciones en su nombre para el progreso de su alma.

2. Mesaje por Vicente Quiñonez de Esmeraldas

January 23, 2021

Queridos amigos,

Con corazones entristecidos anunciamos que ascendió al Reino de Abhá el Señor Vicente Quiñonez de Esmeraldas. Vicente fue uno de los primeros creyentes en Esmeraldas, y participó en muchas de las actividades de expansión, tanto dentro de su provincia como en Manabí. En 1970 participó como representante de Esmeraldas a la Conferencia Continental Bahá’í en La Paz, Bolivia. Acompañó de cerca de la Mano de Dios Enoch Olinga en sus dos visitas a Esmeraldas, como también al Dr. Muhajir. Vicente fue miembro de la Asamblea Nacional por varios años, como también de la Asamblea Local de Esmeraldas. En 1983 asistió a la quinta Convención Internacional y participó en la elección de la Casa Universal de Justicia. Fue un estudioso de la fe, leyendo muchos libros, y dominó el tema de las profecías bíblicas referentes a la venida de Bahá’u’lláh, entablando conversaciones sobre el tema con muchos cristianos que se cruzaban en su camino. Fue maestro viajero por algún tiempo, visitando todos los pueblos de la zona norte de la provincia de Esmeraldas. Trabajó arduamente en la construcción del Instituto Enoch Olinga en los años 80 y el levantamiento del edificio de hormigón en el año 2000. Siempre será recordado como un trabajador devoto de la Fe.

Pedimos sus oraciones para el progreso de su alma.