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Tablas de Baha'u'llah Reveladas despues del Kitab-i-Aqdasby Bahá'u'lláh
Chapter 8ISHRÁQÁTEsplendoresÉsta es la Epístola de Dios, el que Ayuda en el Peligro, el que Subsiste por Sí Mismo. ÉL ES DIOS -EXALTADO SEA ÉL- SEÑOR DE LA SABIDURÍA Y LA PROLACIÓN Alabado sea Dios, incomparable en majestad, poder y belleza, sin par en gloria, poderío y grandeza; demasiado elevado para que las imaginaciones humanas Le comprendan, o para que Le sea atribuido cualquier par o semejante. Él ha expuesto claramente su recto Sendero con palabras y expresiones de suprema elocuencia. Verdaderamente, Él es el Todoposeedor, el Mas Exaltado. Cuando Se propuso llamar a la existencia a una nueva creación, envió desde el horizonte de su Voluntad al Punto Manifiesto y Luminoso; éste pasó a través de todos los signos y se manifestó en todas las formas hasta que alcanzó el cenit, según lo ordenado por Dios, Señor de todos los hombres. Ese Punto es el centro focal del círculo de los Nombres y marca la culminación de las manifestaciones de las Letras en el mundo de la creación. Por medio de él han aparecido indicaciones del Misterio impenetrable, el Símbolo adornado, Aquel que está revelado en el Más Grande Nombre (un Nombre que está registrado en la Tabla Luminosa e inscrito en el rollo santo, bendito y blanco como la nieve). Y cuando el Punto se unió con la segunda Letra,34 que apareció al comienzo del Mathání,35 atravesó los cielos de la exposición y de la prolación. Luego, la Luz eterna de Dios derramó su fulgor, se encendió en el mismo centro del corazón del firmamento del testimonio y produjo dos Luminarias. Glorificado sea el Misericordioso, respecto del cual no se puede hacer ninguna alusión, a Quien ninguna expresión puede definir, ni declaración alguna revelar, ni indicio alguno describir. Él es, en verdad, el Ordenador, el Todomunífico, tanto en el principio como en el fin. Y Él les proporcionó protectores y defensores de entre las huestes del poder y la fuerza. Verdaderamente, Él es el que Ayuda en el peligro, el Poderoso, el Irrestringido. El preámbulo de esta Epístola se revela dos veces, al igual que lo fue el Mathání. Alabado sea Dios, que ha manifestado al Punto y a partir de Él ha desplegado el conocimiento de todas las cosas, ya sean del pasado o del futuro; un Punto que Él ha escogido para ser el Heraldo de su Nombre y el Precursor de Su Gran Revelación, que ha hecho estremecerse a los miembros de toda la humanidad y ha hecho brillar los esplendores de su luz sobre el horizonte del mundo. Verdaderamente, éste es el Punto que Dios ha ordenado que sea un océano de luz para los sinceros entre sus siervos y una llama de fuego para los recalcitrantes entre sus criaturas y para los impíos entre su pueblo, aquellos que han trocado el don de Dios por el descreimiento y el alimento celestial por la hipocresía, y han conducido a sus compañeros a una miserable morada. Ésta es la gente que ha dado muestras de sedición por todo el mundo y ha violado su Convenio el Día en que el Ser inmortal subió a su trono y el que gritaba elevó su Voz desde el refugio de certeza y paz en el Valle santo. ¡Oh seguidores del Bayán! Temed al Todomisericordioso. Éste es Aquel que fue glorificado por Muhammad, el Apóstol de Dios, y antes que Él, por el Espíritu,36 y aún antes que Él, por Aquel que dialogó con Dios.37 Éste es el Punto del Bayán, que llama en alta voz ante el Trono diciendo: "Por la rectitud de Dios, habéis sido creados para glorificar este Más Grande Anuncio, este Sendero Perfecto, que se hallaba oculto dentro de las almas de los Profetas, que se atesoraba en los corazones de los elegidos de Dios y que fue escrito por la gloriosa Pluma de vuestro Señor, Poseedor de los Nombres". Di: Pereced en vuestra ira, ¡oh maliciosos! Verdaderamente ha aparecido Aquel a cuyo conocimiento nada escapa. Ha venido Aquel que ha hecho que el semblante del conocimiento divino estuviera rodeado de sonrisas. Por Él se ha embellecido el reino de la prolación, toda alma receptiva ha dirigido su rostro hacia el Señor de las Revelaciones, todos los que estaban de rodillas se han puesto de pie y todos los indolentes se han apresurado a alcanzar el Sinaí de la seguridad. Éste es el Día que Dios ha ordenado que sea una bendición para los rectos, un castigo justo para los perversos, un don para los fieles y una furia de su ira para los que no tienen fe y los recalcitrantes. Verdaderamente Él se ha manifestado, investido por Dios con invencible soberanía. Ha revelado aquello con lo cual nada en la tierra o en los cielos se puede comparar. Temed al Todomisericordioso, oh pueblo del Bayán, y no cometáis lo que han cometido los seguidores del Corán, aquellos que día y noche declaraban su creencia en la Fe de Dios y, sin embargo, cuando apareció el Señor de todos los hombres, se apartaron de Él y dictaron tan cruel sentencia en su contra que, en el Día del Retorno, el Libro Madre deploró su lamentable situación. Recordad y meditad sobre sus acciones y sus palabras, sus posiciones, sus méritos y las cosas que hicieron cuando Aquel que conversó en el Sinaí soltó su lengua, cuando hubo un toque de Trompeta, con lo cual todos los que están en el cielo y en la tierra se desvanecieron, excepto aquellos que se cuentan entre las letras de la afirmación. ¡Oh pueblo del Bayán! Abandonad vuestras ociosas fantasías y vanas imaginaciones; luego, mirad con el ojo de la equidad a la Aurora de su Revelación y considerad las cosas que Él ha manifestado, las palabras que ha revelado divinamente y los sufrimientos que Le han acontecido a manos de sus enemigos. Él es Aquel que gustosamente ha aceptado toda forma de tribulación por la proclamación de su Causa y la exaltación de su Palabra. Por la Causa de Dios, el Hacedor de los cielos, en una ocasión sufrió encarcelamiento en la tierra de (r)á,38 en otra en la tierra de Mím,39 y aún en otra en la tierra citada anteriormente. En su amor por la Causa de Dios, el Omnipotente, el Todomisericordioso, fue encadenado y engrillado allí. ¡Oh pueblo del Bayán! ¿Habéis olvidado mis exhortaciones, que han sido reveladas por mi Pluma y pronunciadas por mi lengua? ¿Habéis trocado mi certeza por vuestras ociosas fantasías y mi Sendero por vuestros deseos egoístas? ¿Habéis desechado los preceptos de Dios y su recuerdo, y habéis abandonado sus leyes y ordenanzas? Temed a Dios y abandonad las vanas imaginaciones a quienes las engendran, dejad las supersticiones a los que las conciben y los recelos a quienes los alientan. A continuación, avanzad con rostros radiantes y corazones inmaculados hacia el horizonte sobre el cual brilla resplandeciente el Sol de la certeza, por mandato de Dios, Señor de las Revelaciones. Alabado sea Dios, que ha hecho de la Más Grande Infalibilidad un escudo para el templo de su Causa en el reino de la creación, y no ha asignado a nadie parte alguna de esta elevada y sublime posición, posición que es una vestidura tejida por los dedos del poder trascendente para su augusto Ser. No es digna de nadie excepto de Aquel que está sentado en el poderoso trono de "Él hace lo que Le place". Quienquiera acepte y reconozca lo que en este momento escribe la Pluma de Gloria, ciertamente a ése se le cuenta en el Libro de Dios, el Señor del comienzo y el fin, entre los exponentes de la unidad divina, aquellos que defienden el concepto de la unicidad de Dios. Cuando el torrente de las palabras llegó a este punto, se esparcieron los dulces aromas del verdadero conocimiento y el sol de la unidad divina brilló sobre el horizonte de su santa prolación. Bendito aquel a quien su llamamiento le atrajo a la cima de la gloria, quien se ha acercado al Propósito último y quien, mediante la estridente voz de mi Pluma de Gloria, ha reconocido lo que ha deseado el Señor de este mundo y del venidero. Quien no beba del vino escogido que hemos abierto mediante la potencia de nuestro Nombre, el que se impone a todo, no podrá percibir los esplendores de la luz de la unidad divina ni captar el propósito esencial que subyace en las Escrituras de Dios, Señor de cielo y tierra, Gobernante soberano de este mundo y del venidero. Tal hombre será contado entre los que no tienen fe en el Libro de Dios, el Omnisapiente, el Informado de todo. ¡Oh tú honorable investigador!40 Damos testimonio de que te has adherido firmemente a una paciencia digna durante los días en que la Pluma estaba privada de movimiento y la Lengua vacilaba en dar una explicación referente al signo maravilloso, la Más Grande Infalibilidad. Tú has pedido a este Agraviado que aparte para ti sus velos y sus envolturas, y que elucide su misterio y su carácter, su estado y su posición, su excelencia, sublimidad y exaltación. ¡Por la vida de Dios! Si desveláramos las perlas del testimonio que yacen ocultas en las conchas del océano del conocimiento y la seguridad, o dejáramos salir de su morada a las beldades del misterio divino que están ocultas en las cámaras de la prolación en el Paraíso del entendimiento verdadero, entonces, de todas direcciones se produciría una violenta conmoción entre los líderes de la religión y tú serías testigo de que el pueblo de Dios está bien sujeto en los dientes de los lobos que han negado a Dios tanto en el principio como en el fin. Por lo tanto, de acuerdo con la sabiduría divina, refrenamos la Pluma durante un considerable lapso de tiempo, a fin de proteger a los fieles de aquellos que han trocado las bendiciones celestiales por el descreimiento y han elegido para su pueblo la morada de la perdición.41 ¡Oh tú, buscador que estás dotado de sutil perspicacia! ¡Juro por Aquel que atrajo al Concurso de lo Alto mediante la potencia de Su más sublime Palabra! En verdad, las aves que moran en los dominios de mi Reino y las palomas que habitan en el rosedal de mi sabiduría cantan melodías y gorjeos que son inescrutables para todos menos para Dios, Señor de los reinos de la tierra y del cielo; y si estas melodías fuesen reveladas incluso en una medida menor que el ojo de una aguja, el pueblo de la tiranía proferiría calumnias que nadie entre las anteriores generaciones profirió, y cometerían actos que nadie ha cometido jamás en las edades y siglos pasados. Ellos han rechazado la misericordia de Dios y sus pruebas, y han refutado el testimonio de Dios y sus signos. Se han descarriado y han hecho que se descarríe el pueblo, y sin embargo no lo perciben. Adoran las vanas imaginaciones, pero no lo saben. Han tomado a las ociosas fantasías por sus señores y han negado a Dios, y aun así no entienden. Han abandonado el más grande Océano y se apresuran hacia la charca, pero no comprenden. Siguen sus ociosas fantasías al tiempo que se apartan de Dios, el que Ayuda en el Peligro, el que Subsiste por Sí Mismo. ¡Por la rectitud de Dios! Di: El Todomisericordioso ha venido investido de poder y soberanía. Mediante su poder se han estremecido los cimientos de la religión, y el Ruiseñor de la Prolación ha gorjeado su melodía sobre la más alta rama del auténtico entendimiento. Verdaderamente el que estaba oculto en el conocimiento de Dios y es mencionado en las Sagradas Escrituras ha aparecido. Di: este es el Día en que el Orador del Sinaí ha ascendido al trono de la Revelación y el pueblo ha comparecido ante el Señor de los mundos. Éste es el Día en el cual la tierra ha comunicado sus nuevas y ha descubierto sus tesoros; en el que los océanos han dado sus perlas y el divino Árbol del Loto su fruto; en el que el Sol ha derramado su esplendor, las Lunas han difundido su luz y los Cielos han revelado sus estrellas, y la Hora sus signos, y la Resurrección su pavorosa majestad; en que las plumas han liberado sus efusiones y los espíritus han descubierto sus misterios. Bendito el hombre que Le reconoce y alcanza Su presencia, y ¡ay de los que Le niegan y se apartan de Él! Ruego a Dios que ayude a sus siervos a regresar a Él. Verdaderamente, Él es el Perdonador, el Clemente, el Misericordioso. ¡Oh tú que has dirigido tu rostro hacia el Reino de lo Alto y has bebido mi vino sellado de manos de la munificencia! Sabe que el término "infalibilidad" tiene numerosos significados y diversas posiciones. En un sentido, se aplica a Aquel a quien Dios ha hecho inmune al error. De igual modo, se aplica a toda alma a la cual Dios resguarda del pecado, la transgresión, la rebelión, la impiedad, el descreimiento y otras cosas similares. Sin embargo, la Más Grande Infalibilidad queda reservada para Aquel cuya posición es inconmensurablemente exaltada más allá de las ordenanzas y prohibiciones y está santificado de los errores y omisiones. De hecho, Él es una Luz que no va seguida de oscuridad y una Verdad a la que no alcanza el error. Si Él dijese que el agua es vino, el cielo tierra, o la luz fuego, Él diría la verdad y no habría duda alguna de ello; y nadie tiene derecho a cuestionar su autoridad o a preguntar por qué. Quienquiera ponga objeciones será contado entre los recalcitrantes en el Libro de Dios, Señor de los mundos. "Verdaderamente a Él no se Le pedirán cuentas por sus acciones, pero a todos los demás se les pedirán cuentas por sus acciones".42 Él ha venido del cielo invisible, portando el estandarte de "Él hace lo que Él desea" y está acompañado por las huestes del poder y la autoridad, en tanto que es deber de todos excepto Él observar estrictamente cualesquiera leyes y ordenanzas que les hayan sido dictadas, y si alguien se desviase de ellas, aunque fuese en la medida del grosor de un cabello, su obra se quedaría en nada. Considera y recuerda el tiempo en que apareció Muhammad. Él dijo, y su palabra es la verdad: "El peregrinaje a la Casa43 es un servicio obligado a Dios".44 Igualmente lo son la oración diaria, el ayuno y las leyes que brillaron sobre el horizonte del Libro de Dios, Señor del Mundo y verdadero Educador de los pueblos y razas de la tierra. Incumbe a todos obedecerle en todo lo que Dios ha ordenado; y quienquiera Le niegue no ha creído en Dios, en sus versos, en sus Mensajeros ni en sus Libros. Si Él dijese que lo correcto está errado o que la negación es creencia, Él diría la verdad, tal como ha sido ordenado por Dios. Ésta es una posición en la cual los pecados y transgresiones ni existen ni se mencionan. Considera el bendito verso, divinamente revelado, en el cual se ordena a todos el peregrinaje a la Casa. Es responsabilidad de aquellos investidos con autoridad después de Él45 observar todo cuanto les ha sido prescrito en el Libro. Nadie tiene derecho a desviarse de las leyes y ordenanzas de Dios. Quienquiera se desvíe de ellas se cuenta entre los transgresores en el Libro de Dios, Señor del Poderoso Trono. ¡Oh tú que has fijado tu mirada en el Punto del Amanecer de la Causa de Dios! Sabe con certeza que la Voluntad de Dios no está limitada por los criterios de la gente, y Dios no holla sus senderos. Más bien, es responsabilidad de todos adherirse firmemente al recto Sendero de Dios. Si Él dijese que la derecha es izquierda o que el sur es el norte, Él diría la verdad, y no hay duda de ello. Verdaderamente Él debe ser alabado en sus acciones y obedecido en sus mandatos. Él no tiene socio en su juicio ni ayudante en su soberanía. Él hace lo que desea y ordena lo que Le place. Sabe, por otra parte, que todos los demás excepto Él han sido creados por la potencia de una palabra de su presencia, mientras que ellos de por sí no tienen movimiento ni quietud, sino por su mandato y con su licencia. ¡Oh tú que asciendes en la atmósfera del amor y la camaradería y has fijado tu mirada en la luz del semblante de tu Señor, Rey de la creación! Da gracias a Dios, porque Él te ha desvelado lo que estaba oculto y encerrado en su conocimiento, para que todos sean conscientes de que, en Su Reino de infalibilidad suprema, Él no ha tomado para sí socio ni consejero alguno. Él es, en verdad, la Aurora de los preceptos y mandamientos divinos y el Manantial del conocimiento y la sabiduría, mientras que todos los demás excepto Él no son sino súbditos suyos y se encuentran bajo su mandato, y Él es el Gobernante supremo, el Ordenador, el Omnisciente, el Informado de todo. En cuanto a ti, siempre que te sientas embriagado por los hálitos revitalizadores de los versos revelados y seas transportado por el agua pura y dadora de vida ofrecida por la mano de la munificencia de tu Señor, soberano Gobernante del Día de la Resurrección, alza tu voz y di: ¡Oh mi Dios! ¡Oh mi Dios! Te doy gracias a Ti, ya que me has dirigido hacia Ti, me has guiado hacia tu horizonte, me has mostrado claramente tu Sendero, me has revelado tu testimonio y me has permitido dirigir mi rostro hacia Ti, mientras que la mayoría de los doctores y teólogos de entre tus siervos, junto con los que les siguen, se han apartado de Ti, sin la menor prueba o evidencia de Tu parte. Bendito seas, oh Señor de los Nombres, y gloria sea a Ti, oh Creador de los cielos, por cuanto Tú, mediante el poder de tu Nombre, el que Subsiste por Sí Mismo, me has dado a beber de tu vino sellado, has hecho que me acercara a Ti y me has permitido reconocer la Aurora de tu prolación, la Manifestación de tus signos, el Manantial de tus leyes y mandamientos y la Fuente de tu sabiduría y tus dones. Bendita sea la tierra que ha sido ennoblecida por tus pisadas, en la cual se asienta el trono de tu soberanía y se difunde la fragancia de tu vestidura. Por tu gloria y tu majestad, por tu fuerza y tu poder, no deseo mi vista como no sea para contemplar tu belleza, ni mi oído si no es para oír tu llamamiento y tus versos. ¡Oh mi Dios! ¡Oh mi Dios! No prives a los ojos de aquello para lo que los creaste, ni a los rostros de volverse hacia tu horizonte, o de rendir homenaje ante los portones de tu majestad, o de aparecer en presencia de tu trono, o de inclinarse ante los esplendores del Sol de tu merced. Yo soy aquel, oh Señor, cuyo corazón y alma, cuyos miembros, cuya lengua interior y exterior atestiguan tu unidad y tu unicidad, y doy testimonio de que Tú eres Dios y de que no hay otro Dios sino Tú. Tú has dado la existencia a la humanidad para conocerte y servir a tu Causa, para que de este modo su posición se eleve sobre tu tierra y sus almas sean exaltadas por virtud de lo que Tú has revelado en tus Escrituras, tus Libros y tus Tablas. Pero, no obstante, tan pronto como Te manifestaste y revelaste tus signos, ellos se apartaron de Ti y Te negaron, y rechazaron aquello que Tú habías desvelado ante sus ojos mediante la potencia de tu fuerza y tu poder. Se levantaron para hacerte daño, para extinguir tu luz y apagar la llama que ardía en tu Zarza Ardiente. Su iniquidad se hizo tan penosa que conspiraron para derramar tu sangre y violar tu honor. De igual manera actuó aquel46 a quien nutriste con la mano de tu amorosa bondad, protegiste de la maldad de los rebeldes entre tus criaturas y de los recalcitrantes entre tus siervos, y a quien le habías señalado la tarea de escribir tus santos versos ante tu trono. ¡Ay! ¡Ay! por las cosas que él perpetró en tus días, a tal extremo que violó tu Convenio y tu Testamento, rechazó tu sagrada Escritura, se alzó en rebeldía y cometió aquello que hizo lamentarse a los moradores de tu Reino. A continuación, en cuanto se dio cuenta de que sus esperanzas se habían hecho añicos y percibió el olor del más completo fracaso, levantó su voz y expresó aquello que hizo que tus elegidos, aquellos que están cerca de Ti, y los habitantes del pabellón de gloria quedasen sumidos en la perplejidad. Tú me ves, oh mi Dios, retorciéndome de angustia sobre el polvo, como si fuera un pez. Líbrame, ten piedad de mí, oh Tú cuya ayuda todos los hombres invocan, oh Tú en cuya mano se encuentran las riendas del poder sobre todos los hombres y mujeres. Cada vez que reflexiono sobre mis lastimosos defectos y mis grandes transgresiones, la desesperación me asalta por doquier, y siempre que me detengo a meditar sobre el océano de tu munificencia, el cielo de tu misericordia y el sol de tu tierna compasión, inhalo la fragancia de la esperanza esparcida desde la izquierda y la derecha, desde el norte y el sur, como si toda cosa creada me comunicara las gozosas nuevas de que las nubes del cielo de tu misericordia derramarán su lluvia sobre mí. ¡Por tu poder, oh Tú que eres el Pilar de los sinceros y el Deseo de quienes gozan de tu cercanía! Tus múltiples favores y bendiciones y las revelaciones de tu gracia y tu amorosa bondad verdaderamente me han alentado. ¿Cómo, si no, puede la nada más total magnificar el Nombre de Aquel que mediante una palabra dio la existencia a la creación? Y ¿cómo puede una criatura efímera ensalzar a Quien ha demostrado que ninguna descripción puede jamás expresarlo y ninguna palabra de alabanza puede magnificar su gloria? Desde toda la eternidad Él ha sido inmensamente exaltado más allá del entendimiento de sus criaturas y santificado de las concepciones de sus siervos. ¡Oh Señor! Tú ves a este ser sin vida ante tu rostro; concede, por tu generosidad y tu munífico favor, que no se vea privado del cáliz de la vida inmortal. Y Tú ves a este ser afligido ante tu Trono; no lo apartes del océano de tu curación. Te ruego que en todo momento y en toda condición me permitas recordarte, glorificar tu Nombre y servir a tu Causa, aunque soy plenamente consciente de que todo lo que procede de un siervo no puede trascender las limitaciones de su alma, ni es propio de tu Señorío, ni es digno de la corte de tu gloria y tu majestad. ¡Tu poder es mi testigo! Si no fuera para celebrar tu alabanza, mi lengua no me sería de utilidad, y si no fuera para servirte, mi existencia no me serviría de nada. ¿Por qué iba yo a cuidarme la vista si no fuera por el placer de contemplar los esplendores de tu reino de gloria? ¿Y de qué serviría el oído si no fuera por el gozo de escuchar tu dulcísima voz? ¡Ay! ¡Ay! No sé, oh mi Dios, mi Apoyo, Deseo de mi corazón, si has ordenado para mí lo que traerá solaz a mis ojos, alegría a mi pecho y regocijo a mi corazón, o si tu irrevocable decreto, oh Rey de la eternidad y soberano Señor de todas las naciones, me privará de presentarme ante tu trono. Juro por tu gloria y majestad y por tu dominio y tu poder, que la oscuridad de mi lejanía de Ti me ha destruido. ¿Qué ha sido de la luz de tu cercanía, oh Deseo de todo corazón comprensivo? La atormentadora agonía de la separación de Ti me ha consumido. ¿Dónde está la refulgente luz de tu reunión, oh Bienamado de aquellos que están totalmente dedicados a Ti? Tú ves, oh mi Dios, lo que me ha acontecido en tu Sendero a manos de aquellos que han negado tu Verdad, han violado tu Convenio, han puesto reparos triviales a tus signos, han rechazado las bendiciones que Tú les otorgaste, no han creído en los versos que Tú enviaste y han rehusado reconocer el testimonio que Tú diste. ¡Oh Señor! La lengua de mi lengua, el corazón de mi corazón, el espíritu de mi espíritu y mi ser exterior e interior dan testimonio de tu unidad y tu unicidad, de tu poder y tu omnipotencia, de tu grandeza y tu soberanía, y atestiguan tu gloria, tu excelsitud y tu autoridad. Atestiguo que Tú eres Dios y que no hay otro Dios aparte de Ti. Desde toda la eternidad Tú has sido un tesoro oculto a la vista y la mente de los hombres, y por siempre jamás lo seguirás siendo. Los poderes de la tierra nunca podrán derrotarte, ni podrá alarmarte la fuerza de las naciones. Tú eres quien ha abierto la puerta del conocimiento ante los rostros de tus siervos para que puedan reconocer a Aquel que es el Sol de tu Revelación, el lugar del amanecer de tus signos, el Cielo de tu manifestación y el Sol de tu divina belleza. En tus Libros sagrados, en tus Escrituras y en tus Pergaminos has prometido a todos los pueblos del mundo que Tú mismo aparecerías y apartarías los velos de gloria de tu rostro, tal como lo anunciaste en tus palabras a tu Amigo,47 mediante el cual el Sol de la Revelación brilló refulgente sobre el horizonte de Hijáz y la luz naciente de la Verdad divina derramó su fulgor entre todos los hombres, proclamando: "El Día en que la humanidad comparecerá ante el Señor de los mundos".48 Y, antes que a Muhammad, Tú comunicaste esta buena nueva a Aquel que conversó contigo,49 diciéndole: "Saca a tu pueblo de la oscuridad a la luz y recuérdales los días de Dios".50 Además proclamaste esta verdad al Espíritu51 y a tus Profetas y a tus Mensajeros, ya fueran del pasado más remoto o del más reciente. Si todo lo que Tú has enviado como glorificación de este Más Grande Recuerdo, este Gran Anuncio, fluyese del manantial de tu muy augusta Pluma, los moradores de las ciudades del conocimiento y el entendimiento quedarían confundidos, a excepción de aquellos a quienes tú libraras por la potencia de tu fuerza y protegieras como muestra de tu munífico favor y tu gracia. Doy testimonio de que, en verdad, Tú has cumplido tu promesa y has hecho que se manifieste Aquel cuya venida fue predicha por tus Profetas, tus elegidos y por aquellos que Te sirven. Él ha venido desde el cielo de gloria y poder, portando las enseñas de tus signos y los estandartes de tus testimonios. Mediante la potencia de tu indomable poder y fuerza, Él Se levantó ante los rostros de todos los hombres y llamó a toda la humanidad a la cima de trascendente gloria y al más alto Horizonte, de tal modo que ni la opresión de los eclesiásticos ni el furioso ataque de los gobernantes fueron capaces de disuadirle. Él se levantó con determinación inflexible y, soltando su lengua, proclamó en tono vibrante: "Aquel que es el Todomunífico ha venido, cabalgando sobre las nubes. ¡Avanzad, oh gentes de la tierra, con rostros resplandecientes y corazones radiantes!" Grande, en verdad, es la bienaventuranza de quien llega a tu presencia, bebe del vino de la reunión ofrecido por la mano de tu munificencia, inhala la fragancia de tus signos, suelta su lengua para celebrar tu alabanza, asciende a lo alto de tus cielos, es transportado por la dulzura de tu Voz, logra ser admitido en el más exaltado Paraíso y alcanza la posición de la revelación y la visión ante el trono de tu majestad. Te ruego por tu Más Grande Infalibilidad, que Tú has elegido para ser la aurora de tu Revelación, y por tu más Sublime Palabra, por cuya potencia llamaste a la existencia a la creación y revelaste tu Causa, y por este Nombre que ha hecho que todos los demás nombres gimieran en voz alta y que se estremecieran los miembros de los sabios, Te ruego que me hagas desprenderme de todo lo demás excepto de Ti, de tal manera que no me mueva sino en conformidad con el beneplácito de tu Voluntad, y que no hable excepto por el mandato de tu Propósito, y que no oiga sino las palabras de tu alabanza y tu glorificación. Magnifico tu Nombre, oh mi Dios, y Te doy gracias, oh mi Deseo, por cuanto me has permitido percibir claramente tu Sendero recto, has desvelado ante mis ojos tu Más Grande Anuncio y me has ayudado a dirigir mi rostro hacia la Aurora de tu Revelación y el Manantial de tu Causa, mientras tus siervos y tu pueblo se han apartado de Ti. Te imploro, oh Señor del Reino de la eternidad, por la estridente voz de la Pluma de Gloria, por el Fuego Ardiente que llama en alta voz desde el Árbol verde y por el Arca que has elegido especialmente para el pueblo de Bahá, que me concedas que permanezca firme en mi amor por Ti, estar complacido con lo que has prescrito para mí en tu Libro, y me mantenga constante en tu servicio y en el servicio a tus amados. Ayuda, pues, benévolamente a tus siervos, oh mi Dios, para que hagan aquello que sirva para exaltar tu Causa y les permita cumplir todo cuanto has revelado en tu Libro. Verdaderamente Tú eres el Señor de Fuerza, Tú eres potente para ordenar lo que deseas y en tus manos tienes las riendas de todas las cosas creadas. No hay otro Dios salvo Tú, el Todopoderoso, el Omnisciente, el Todosabio. ¡Oh Jalíl! Hemos desvelado para tus ojos el mar y sus olas, el sol y su esplendor, los cielos y sus estrellas, las conchas y sus perlas. Da gracias a Dios por tan gran don, tan munífico favor que se ha difundido por el mundo entero. ¡Oh tú que has dirigido tu rostro hacia los esplendores de mi Semblante! Vagas fantasías han rodeado a los moradores de la tierra y les han impedido volverse hacia el Horizonte de la Certeza, su brillantez, sus manifestaciones y sus luces. Las vanas imaginaciones les han apartado de Aquel que es el que Subsiste por Sí Mismo. Hablan como si estuvieran impulsados por sus propios caprichos, y no entienden. Entre ellos están los que han dicho: "¿Han sido enviados los versos?" Di: "¡Sí, por Aquel que es el Señor de los Cielos!" "¿Ha llegado la Hora?" "¡No, más aún, ha pasado, por Aquel que es el Revelador de las señales evidentes! Verdaderamente, lo Inevitable ha llegado, y Él, el Verdadero, ha aparecido con prueba y testimonio. Lo evidente ha sido descubierto y la humanidad está severamente afligida y temerosa. Se han desatado terremotos, y las tribus se han lamentado por temor a Dios, el Señor de Fuerza, el que se impone a todo". Di: "¡El ensordecedor toque de trompeta se ha emitido estruendosamente, y el Día es de Dios, el Único, el Irrestringido!" Y ellos dicen: "¿Ha pasado la catástrofe?" Di: "¡Sí, por el Señor de los Señores!" "¿Ha llegado la Resurrección?" "No, más aún, Aquel que es el que Subsiste por Sí Mismo ha aparecido con el Reino de sus signos". "¿Ves a los hombres postrados?" "¡Sí, por mi Señor, el Altísimo, el Más Glorioso!" "¿Han sido arrancados los tocones?" "¿Sí, más aún, las montañas han sido reducidas a polvo; por Él, el Señor de los atributos!" Ellos dicen: "¿Dónde está el Paraíso y dónde el Infierno?" Di: "Aquél es la reunión conmigo; éste es tu propio yo, oh tú que atribuyes un socio a Dios y dudas". Ellos dicen: "No vemos la Balanza". Di: "¡Con seguridad, por mi Señor, el Dios de Misericordia! Nadie puede verla, excepto los que están dotados de perspicacia". Ellos dicen: "¿Han caído las estrellas?" Di: "Sí, cuando Aquel que es el que Subsiste por Sí Mismo moraba en la Tierra del Misterio.52 ¡Prestad atención, vosotros que estáis dotados de discernimiento!" Todos los signos aparecieron cuando extendimos la Mano del Poder desde el seno de la majestad y la fuerza. En verdad, el que gritaba exclamó, cuando el tiempo prometido hubo llegado, y aquellos que han reconocido los esplendores del Sinaí se han desmayado en el yermo de la duda, ante la imponente majestad de tu Señor, Señor de la creación. La trompeta pregunta: "¿Ha sonado el Clarín?" Di: "¡Sí, por el Rey de la Revelación!, cuando Él ascendió al trono de su Nombre, el Todomisericordioso". La oscuridad ha sido ahuyentada por la naciente luz de la misericordia de tu Señor, Fuente de toda luz. La brisa del Todomisericordioso ha soplado y las almas han sido vivificadas en las tumbas de sus cuerpos. Así ha cumplido el decreto Dios, el Poderoso, el Benéfico. Quienes rechazan la verdad han dicho: "¿Cuándo fueron hendidos los cielos?" Di: "Mientras vosotros yacíais en los sepulcros de la rebeldía y el error". Entre los que no tienen fe se halla aquel que frota sus ojos y mira a derecha e izquierda. Di: "Estás cegado. No tienes refugio adonde huir". Y entre ellos está el que dice: "¿Se ha reunido a los hombres?" Di: "¡Sí, por mi Señor!, mientras yacías en la cuna de las ociosas fantasías". Y entre ellos se encuentra quien dice: "¿Ha sido enviado el Libro mediante el poder de la Fe verdadera?" Di: "La propia Fe verdadera está atónita. ¡Temed, oh vosotros hombres de corazón comprensivo!" Y entre ellos está quien dice: "¿Se me ha juntado con otros, estando yo ciego?" Di: "¡Sí, por Aquel que cabalga sobre las nubes!" El Paraíso está engalanado con rosas místicas y se ha hecho arder el infierno con el fuego de los impíos. Di: "¡La luz ha brillado desde el horizonte de la Revelación, y la tierra entera se ha iluminado con la llegada de Aquel que es el Señor del Día del Convenio!" Los que dudan han perecido, en tanto aquel que se volvió, guiado por la luz de la seguridad, hacia la Aurora de la Certeza, ha prosperado. Bendito eres tú, que has fijado tu mirada en Mí, por esta Tabla, que te ha sido enviada a ti, una Tabla que hace que las almas de los hombres se eleven. Apréndela de memoria y recítala. ¡Por mi vida! Es una puerta hacia la misericordia de tu Señor. Bienaventurado sea quien la recite al caer la tarde y al alba. Nosotros, verdaderamente, oímos tu alabanza de esta Causa, mediante la cual ha sido pulverizada la montaña del conocimiento y los pies de los hombres han resbalado. Que mi gloria sea contigo y con quienquiera se haya vuelto hacia el Todopoderoso, el Todomunífico. La Tabla está terminada, pero el tema no está agotado. Sé paciente, pues paciente es tu Señor. Éstos son versos que Nosotros enviamos anteriormente, y te los hemos enviado a ti, para que tengas conocimiento de lo que han hablado sus lenguas mentirosas cuando Dios vino a ellos con poder y soberanía. Los cimientos de las ociosas fantasías se han estremecido y se ha hendido el cielo de las vanas imaginaciones, y aun así la gente está en duda y pugna con Él. Ellos han negado el testimonio de Dios y su prueba, después de que Él viniera desde el cielo del poder con el reino de sus signos. Han desechado lo que se ha prescrito y han perpetrado lo que les fue prohibido en el Libro. Han abandonado a su Dios y se han aferrado a sus deseos. Ciertamente, se han extraviado y están en el error. Leen los versos y los niegan. Ven las evidentes señales y se apartan. En verdad, están perdidos en una extraña duda. Hemos exhortado a nuestros amados que teman a Dios, temor que es el manantial de todas las acciones y virtudes excelentes. Él es el comandante de las huestes de la justicia en la ciudad de Bahá. Dichoso el hombre que se ha puesto a la sombra de su estandarte luminoso y se ha aferrado firmemente al mismo. Él, verdaderamente, es de los Compañeros del Arca Carmesí, que se ha mencionado en el Qayyúm-i-Asmá. Di: ¡Oh pueblo de Dios! Adornad vuestras sienes con el ornamento de la confiabilidad y de la piedad. Ayudad, entonces, a vuestro Señor con las huestes de las acciones excelentes y con un carácter digno de alabanza. Os hemos prohibido la disensión y el conflicto en mis Libros, en mis Escrituras, en mis Pergaminos y en mis Tablas, y con ello no hemos deseado otra cosa sino vuestra exaltación y vuestro progreso. Esto lo atestiguan los cielos y sus estrellas, el sol y su esplendor, los árboles y sus hojas, los mares y sus olas y la tierra y sus tesoros. Rogamos a Dios que asista a sus amados y les ayude en todo cuanto sea digno de ellos en esta bendita, esta poderosa y maravillosa posición. Le imploramos, además, que muníficamente permita que aquellos que Me rodean observen lo que mi Pluma de Gloria ha ordenado para ellos. ¡Oh Jalíl! Sean contigo mi gloria y mi amorosa providencia. Ciertamente, hemos ordenado al pueblo hacer lo que es digno y decoroso y, sin embargo, han cometido tales cosas que han hecho que mi corazón y mi Pluma se lamenten. Inclina tu oído a lo que se envía desde el cielo de mi Voluntad y del reino de mi beneplácito. No Me apeno por mi cautiverio ni por las cosas que Me han acontecido a manos de mis enemigos. No, mis pesares están causados por aquellos que afirman tener relación Conmigo y, sin embargo, cometen lo que hace que se eleve la voz de mis lamentos y que se derramen mis lágrimas. Les hemos exhortado extensamente en varias Tablas, e imploramos a Dios que muníficamente les ayude, permita que se acerquen a Él y les confirme en aquello que traiga paz a los corazones y tranquilidad a las almas y aparte sus manos de todo lo que no sea digno de Sus días. Di: ¡Oh mis amados en mis tierras! Prestad atención a los consejos de Aquel que os aconseja por amor a Dios. Él, en verdad, os ha creado, ha revelado ante vuestros ojos aquello que os exalta y promueve vuestros intereses. Él os ha dado a conocer su recto Sendero y os ha familiarizado con su Gran Anuncio. ¡Oh Jalíl! ¡Aconseja a los hombres que teman a Dios! ¡Por Dios! Este temor es el comandante supremo del ejército de tu Señor. Sus huestes son un carácter loable y unas acciones excelentes. Mediante él se han abierto las ciudades de los corazones de los hombres a lo largo de las edades y centurias y se han enarbolado los estandartes de su poder y su triunfo por encima de todos los demás estandartes. Ahora nos referiremos, por ti, a la confiabilidad y a la posición de la misma a juicio de Dios, tu Señor, el Señor del Poderoso Trono. Cierto día nos trasladamos a nuestra Isla Verde. A nuestra llegada contemplamos sus arroyos que fluían, sus árboles exuberantes y la luz del sol jugando entre ellos. Volviendo nuestro rostro hacia la derecha contemplamos aquello que la pluma es impotente para describir; y tampoco puede ella expresar lo que el ojo del Señor de la Humanidad presenció en ese Lugar, el más santificado, el más sublime, en ese bendito y exaltadísimo Punto. Volviéndonos luego a la izquierda vimos a una de las Bellezas del Más Sublime Paraíso, de pie sobre un pilar de luz, que, llamando en alta voz, decía: "¡Oh moradores de la tierra y del cielo! Contemplad mi belleza y mi esplendor, mi revelación y mi refulgencia. ¡Por Dios, el Verdadero! Yo soy la Confiabilidad, la revelación de la misma y la belleza de la misma. Recompensaré a quienquiera se adhiera a Mí, reconozca mi rango y mi posición y se aferre a mi borde. Yo soy el más grande ornamento del pueblo de Bahá y la vestidura de todos aquellos que están en el reino de la creación. Yo soy el instrumento supremo para la prosperidad del mundo y el horizonte de certeza para todos los seres". Así, te hemos enviado aquello que acercará a los hombres al Señor de la creación. La Pluma del Altísimo pasa del lenguaje elocuente53 al luminoso,54 para que tú, Jalíl, puedas apreciar la tierna misericordia de tu Señor, el Incomparable, y puedas ser de aquellos que son verdaderamente agradecidos. ¡Oh tú que has fijado tu mirada en el Horizonte todoglorioso! El Llamamiento se ha hecho, pero son contados los oídos que oigan; no, son inexistentes. Este Agraviado se encuentra en las fauces de la serpiente y, sin embargo, no deja de hacer mención de los amados de Dios. Tan penosos han sido nuestros sufrimientos en estos días, que han hecho llorar y lamentarse al Concurso de lo Alto. Ni las adversidades del mundo ni el daño infligido por sus naciones pueden disuadir a Aquel que es el Rey de la Eternidad de expresar su llamamiento ni frustrar su propósito. Cuando aquellos que durante años se habían estado ocultando tras los velos percibieron que el horizonte de la Causa resplandecía y que la Palabra de Dios lo penetraba todo, salieron presurosos y con las espadas de la malevolencia infligieron tal daño que ninguna pluma puede describirlo ni lengua alguna expresarlo. Quienes juzgan con equidad testifican que, desde los primeros días de la Causa, este Agraviado se ha levantado, sin velos y resplandeciente, a la vista de reyes y plebeyos, ante los gobernantes y los sacerdotes, y en tono vibrante ha emplazado a todos los hombres al Sendero recto. No ha tenido otro ayudante salvo su Pluma, ni otro auxiliador que no fuera Él mismo. Aquellos que son ignorantes o negligentes con respecto al propósito motivador de la Causa de Dios se han rebelado contra Él. Tales hombres son los agoreros del mal, a quienes Dios ha mencionado en su Libro y en sus Tablas, y contra cuya influencia, griterío y engaño ha advertido Él a su pueblo. Bienaventurados quienes, a la vista del recuerdo del Señor de la Eternidad, consideran a los pueblos del mundo como la nada más total, como cosa olvidada, y se aferran al firme asidero de Dios, de tal forma que ni las dudas, ni las insinuaciones, ni las espadas, ni el cañón serían capaces de detenerlos ni de privarlos de su presencia. Benditos son los constantes; benditos son los que permanecen firmes en Su Fe. En respuesta a tu petición, la Pluma de Gloria ha descrito muníficamente las posiciones y grados de la Más Grande Infalibilidad. El propósito es que todos sepan con certeza que el Sello de los Profetas55 -que las almas de todos los demás excepto la suya sean ofrendadas por su bien- no tiene paralelo, par o socio en Su propia posición. Los Santos56 -que las bendiciones de Dios sean con ellos- fueron creados mediante la potencia de su Palabra, y después de Él fueron los más eruditos y los más distinguidos entre el pueblo y habitan en la máxima posición de servidumbre. La Esencia divina, santificada de toda comparación y similitud, se asienta en el Profeta, y la Realidad más íntima de Dios, exaltada por encima de cualquier par o socio, está manifiesta en Él. Ésta es la posición de la unidad verdadera y de la unicidad genuina. Lamentablemente, los seguidores de la Dispensación anterior no adquirieron una comprensión adecuada de esta posición. El Punto Primordial57 -que la vida de todos los demás excepto la suya sean ofrendadas por su bien- dice: "Si el Sello de los Profetas no hubiese pronunciado la palabra "Sucesoría,58" tal posición no habría sido creada". El pueblo de antaño atribuía socios a Dios, aunque afirmaba creer en su unidad; y aunque eran los más ignorantes de entre los hombres, se consideraban los más consumados. Pero, como muestra del justo castigo divino para esos negligentes, en este Día del Juicio se le han hecho claras y evidentes sus actividades y creencias erróneas a todo hombre de discernimiento y entendimiento. Implora a Dios, el Verdadero, que muníficamente proteja a los seguidores de esta Revelación de las ociosas fantasías y corruptas imaginaciones de los que pertenecen a la Fe anterior, y que no les prive de los refulgentes esplendores del sol de la unidad verdadera. ¡Oh Jalíl! Aquel a quien el mundo ha agraviado proclama ahora: La luz de la Justicia se debilita y el sol de la Equidad está velado a la vista. El ladrón ocupa el asiento del protector y el guardián, y la posición de los fieles es arrebatada por el traidor. Hace un año, un opresor gobernaba esta ciudad, y a cada instante causaba un nuevo daño. ¡Por la rectitud del Señor! Él hizo aquello que introdujo el terror en los corazones de los hombres. Pero para la Pluma de Gloria la tiranía del mundo nunca ha sido ni será un obstáculo. En la abundancia de nuestra gracia y nuestra amorosa bondad, hemos revelado especialmente para los gobernantes y ministros del mundo aquello que conduce a la seguridad y la protección, a la tranquilidad y la paz; quizá los hijos de los hombres puedan descansar protegidos de los males de la opresión. Él, verdaderamente, es el Protector, el Auxiliador, el que da la victoria. Incumbe a los hombres de la Casa de Justicia de Dios fijar su mirada día y noche en aquello que ha emanado brillante de la Pluma de Gloria para la instrucción de los pueblos, la edificación de las naciones, la protección del hombre y la salvaguarda de su honor. EL PRIMER ISHRÁQ Cuando el Sol de la Sabiduría se levantó en el horizonte de la Santa Dispensación de Dios, proclamó esta declaración todogloriosa: Aquellos que poseen riqueza y están investidos con autoridad y poder tienen que mostrar la más profunda consideración por la religión. En verdad, la religión es una luz radiante y una fortaleza inexpugnable para la protección y el bienestar de los pueblos del mundo, pues el temor de Dios impulsa al hombre a aferrarse firmemente a lo que es bueno y a evitar toda maldad. Si se oscurece la lámpara de la religión sobrevendrá el caos y la confusión y las luces de la imparcialidad y la justicia, de la tranquilidad y la paz cesarán de brillar. De ello dará testimonio todo hombre de entendimiento verdadero. EL SEGUNDO ISHRÁQ Hemos ordenado a toda la humanidad que establezca la Paz Menor, el más seguro de todos los medios para la protección de la humanidad. Los soberanos del mundo deben aferrarse a ella de común acuerdo, pues éste es el supremo instrumento que puede garantizar la seguridad y el bienestar de todos los pueblos y naciones. Verdaderamente ellos son las manifestaciones del poder de Dios y las auroras de su autoridad. Imploramos al Todopoderoso que muníficamente les ayude en aquello que conduzca al bienestar de sus súbditos. La Pluma de Gloria ya ha dado anteriormente una completa explicación en relación con este asunto; bienaventurados los que actúan de acuerdo con ella. EL TERCER ISHRÁQ Es obligación de todos cumplir los santos mandamientos de Dios, puesto que ellos son el manantial de vida para el mundo. El cielo de la sabiduría divina está iluminado con las dos luminarias de la consulta y la compasión, y el dosel del orden mundial se levanta sobre los dos pilares de la recompensa y el castigo. EL CUARTO ISHRÁQ En esta Revelación las huestes que pueden hacerla victoriosa son las huestes de los hechos loables y de un carácter recto. El dirigente y comandante de estas huestes ha sido siempre el temor de Dios, un temor que abarca a todas las cosas y reina sobre todas las cosas. EL QUINTO ISHRÁQ Los Gobiernos deberían informarse cabalmente de las condiciones de aquellos a quienes gobiernan y otorgarles categorías de acuerdo con sus virtudes y sus méritos. Se ordena a todos los gobernantes y soberanos analizar este asunto con el mayor cuidado, para que el traidor no usurpe la posición del fiel ni el saqueador gobierne en lugar de quien es digno de confianza. Entre los funcionarios que han dirigido esta Más Grande Prisión en el pasado, algunos, alabado sea Dios, estaban adornados con la justicia, pero en cuanto a otros, Nos refugiamos en Dios. Imploramos al Dios único y verdadero que los guíe para que quizá no sean privados del fruto de la fe y la confiabilidad ni sean apartados de la luz de la equidad y la justicia. EL SEXTO ISHRÁQ es la unión y la concordia entre los hijos de los hombres. Desde el comienzo del tiempo la luz de la unidad ha derramado su fulgor divino sobre el mundo, y el medio más grande para la promoción de la unidad es que los pueblos del mundo entiendan el lenguaje y la escritura los unos de los otros. En anteriores Epístolas hemos ordenado a los Fideicomisarios de la Casa de Justicia que o bien elijan un idioma de entre los que existen actualmente o adopten uno nuevo, y de igual modo seleccionen una escritura común; ambos deberán ser enseñados en todas las escuelas del mundo. De este modo la tierra será considerada como un solo país y un único hogar. El fruto más glorioso del árbol del conocimiento es esta exaltada palabra: Todos vosotros sois los frutos de un solo árbol y las hojas de una misma rama. Que ningún hombre se gloríe de que ama a su país, que más bien se gloríe de que ama a su especie. Con respecto a esto hemos revelado anteriormente lo que constituye el medio para la reconstrucción del mundo y la unidad de las naciones. Benditos quienes lo alcanzan. Benditos quienes actúan de acuerdo con ello. EL SÉPTIMO ISHRÁQ La Pluma de Gloria aconseja a todos en lo relativo a la instrucción y educación de los niños. Ved lo que la Voluntad de Dios ha revelado a nuestra llegada a la Ciudad Prisión y ha registrado en el Libro Más Sagrado.59 A cada padre se le ha impuesto la obligación de instruir a su hijo y a su hija en el arte de la lectura y la escritura, y en todo lo que se menciona en la Tabla Santa. Si alguien rechaza lo que se le ha ordenado, entonces los Fideicomisarios deberán tomar de él lo que sea necesario para la instrucción de sus hijos, si es pudiente, y si no lo es, el asunto le corresponde a la Casa de Justicia. Verdaderamente hemos hecho de ella un refugio para los pobres y los necesitados. Aquel que educa a su hijo o al hijo de otro, es como si hubiera educado a un hijo mío; sobre él sean mi Gloria, mi Amorosa Bondad y mi Munificencia, que han abarcado al mundo. EL OCTAVO ISHRÁQ Este pasaje, ahora escrito por la Pluma de Gloria, se considera parte del Libro Más Sagrado: A los hombres de la Casa de Justicia de Dios les han sido encomendados los asuntos del pueblo. Ellos son, en verdad, los Fideicomisarios de Dios entre sus siervos y las auroras de autoridad en Sus países. ¡Oh pueblo de Dios! Lo que educa al mundo es la Justicia, puesto que ella está sostenida por dos pilares: la recompensa y el castigo. Estos dos pilares son la fuente de vida para el mundo. Siendo así que para cada día hay un nuevo problema y que para cada problema hay una solución adecuada, tales asuntos deben remitirse a la Casa de Justicia para que los miembros de la misma actúen de acuerdo con las necesidades y exigencias de los tiempos. Aquellos que, por amor a Dios, se levantan para servir a su Causa son los receptáculos de la inspiración divina procedente del Reino invisible. A todos les incumbe obedecerles. Todos los asuntos de Estado deben ser remitidos a la Casa de Justicia, pero los actos de adoración deben ser observados de acuerdo con lo que Dios ha revelado en su Libro. ¡Oh pueblo de Bahá! Vosotros sois los lugares del amanecer del amor de Dios y las auroras de su amorosa bondad. No mancilléis vuestras lenguas con la maledicencia y la injuria de ningún alma, y proteged vuestros ojos de todo lo indigno. Exponed lo que poseéis. Si es recibido favorablemente, vuestra finalidad se habrá logrado; si no, protestar será en vano. Dejad tal alma a sí misma y volveos al Señor, el Protector, el que Subsiste por Sí Mismo. No seáis causa de dolor, mucho menos de discordias y peleas. Abrigamos la esperanza de que logréis la verdadera educación al abrigo del árbol de sus tiernas mercedes y de que actuéis de acuerdo con lo que Dios desea. Todos vosotros sois hojas de un mismo árbol y gotas de un solo océano. EL NOVENO ISHRÁQ El propósito de la religión, tal como ha sido revelado desde el cielo de la Santa Voluntad de Dios, es establecer la unidad y la concordia entre los pueblos del mundo; no la convirtáis en causa de lucha y discordia. La religión de Dios y su ley divina son los más potentes instrumentos y el más seguro de todos los medios para hacer que la luz de la unidad alboree entre los hombres. El progreso del mundo, el desarrollo de las naciones, la tranquilidad de los pueblos y la paz de todos los que habitan en la tierra se hallan entre los principios y ordenanzas de Dios. La religión otorga al hombre el más preciado de los dones, ofrece la copa de la prosperidad, da la vida eterna y derrama beneficios imperecederos sobre la humanidad. Incumbe a los jefes y gobernantes del mundo, y en particular a los Fideicomisarios de la Casa de Justicia de Dios, esforzarse al máximo para salvaguardar su posición, promover sus intereses y exaltar su rango ante los ojos del mundo. De igual modo les corresponde informarse de las condiciones de sus súbditos y familiarizarse con los asuntos y actividades de las diversas comunidades de sus dominios. Exhortamos a las manifestaciones del poder de Dios -los soberanos y gobernantes de la tierra- a levantarse y hacer todo lo que esté en su mano para que quizás puedan desterrar la discordia de este mundo e iluminarlo con la luz de la concordia. Es responsabilidad de todos adherirse firmemente y observar lo que ha fluido de nuestra Exaltadísima Pluma. Dios, el Verdadero, es mi testigo, y todos los átomos existentes se ven impulsados a atestiguar que los medios conducentes a la elevación, el progreso, la educación, la protección y la regeneración de los pueblos de la tierra han sido claramente enumerados por Nos y revelados por la Pluma de Gloria en los Libros Sagrados y las Tablas. Imploramos a Dios que ayude benévolamente a sus siervos. Lo que este Agraviado espera de todos es justicia y equidad. Que nadie se contente sólo con escuchar; más bien les corresponde a todos meditar lo que este Agraviado ha revelado. Juro por el Sol de la prolación, que brilla sobre el horizonte del Reino del Todomisericordioso, que, si hubiese habido otro expositor u orador perceptible Nosotros mismos no nos hubiéramos convertido en objeto de la censura, el ridículo y la difamación del pueblo. A nuestra llegada a 'Iráq encontramos a la Causa de Dios sumida en una profunda apatía y a la brisa de la revelación divina acallada. La mayoría de los creyentes estaban abatidos y desalentados, más aún, completamente perdidos y muertos. Por ello, hubo un segundo toque de Trompeta, después del cual la Lengua de Grandeza pronunció estas benditas palabras: "Hemos tocado la Trompeta por segunda vez". De este modo el mundo entero fue reanimado por los alientos vitalizadores de la inspiración y la revelación divinas. Ciertas almas que ahora han salido resueltamente de detrás de los velos tienen la intención de infligir daño a este Agraviado. Han obstaculizado y negado la efusión de este inapreciable don. ¡Oh vosotros que juzgáis con imparcialidad! Si esta Causa ha de ser negada, entonces, ¿qué otra causa podrá ser reivindicada o considerada digna de aceptación? Quienes se han apartado de la Causa de Dios están buscando diligentemente reunir los Escritos Sagrados de esta Revelación; y, mediante gestos amistosos, ya se las han arreglado para obtener algunos de estos Escritos de aquellos que los tenían en su poder. Además, cuando se encontraban con seguidores de cualquier religión, se hacían pasar por creyentes de la misma. Di: ¡Pereced en vuestra ira! Verdaderamente Él ha aparecido con tan grande autoridad que ningún hombre de visión, de oído, de perspicacia, de justicia o de equidad podría jamás negarle. De ello da testimonio, en esta Hora resplandeciente, la Pluma de Aquel que es el Antiguo de los Días. ¡Oh Jalíl! Mi gloria sea contigo. Exhortamos a los amados de Dios a realizar buenas acciones para que quizá puedan ser ayudados misericordiosamente y se aferren firmemente a lo que ha sido enviado desde el cielo de Su Revelación. Los beneficios provenientes de estas palabras divinas descenderán sobre quienes observan sus preceptos. Pedimos a Dios que les permita hacer lo que Le es grato y aceptable, que conceda que actúen equitativamente y observen justicia en esta Causa que se impone a todo, que los familiarice con sus Sagradas Escrituras y dirija sus pasos hacia su recto Sendero. Nuestro Exaltado Heraldo -que por Él se ofrenden las vidas de todos los demás, salvo la suya- reveló determinadas leyes. No obstante, en el reino de Su Revelación estas leyes fueron sometidas a nuestra sanción; de aquí que este Agraviado haya puesto en vigor algunas de ellas incorporándolas al Kitáb-i-Aqdas con palabras diferentes. Otras las hemos descartado. Él tiene la autoridad en su mano. Él hace lo que desea y ordena lo que Le place. Él es el Todopoderoso, el Todoalabado. También hay ordenanzas recién reveladas. Benditos aquellos que alcanzan. Benditos los que cumplen sus preceptos. El pueblo de Dios debe realizar el máximo esfuerzo para que el fuego del odio y la malevolencia que está latente en los pechos de las razas y los pueblos se extinga mediante las aguas vivas de la prolación y las exhortaciones de Aquel que es el Deseo del mundo, y los árboles de la existencia humana se adornen con excelente y maravilloso fruto. Él es, en verdad, el que advierte, el Compasivo, el Todomunífico. Que el esplendor de su gloria, que brilla sobre el horizonte de la munificencia, sea sobre vosotros, oh pueblo de Bahá, sobre todo aquel que permanezca firme y constante y sobre aquellos que estén versados en la Fe y estén dotados de entendimiento verdadero. En cuanto a tu pregunta relativa al interés y las ganancias en oro y plata: Hace algunos años se reveló el siguiente pasaje desde el cielo del Todomisericordioso, en honor de aquel que lleva el nombre de Dios y que posee el título de Zaynu'l-Muqarrabín60 -que la gloria del Más Glorioso sea con él-. Él (exaltada sea su Palabra) dice: Mucha gente tiene necesidad de ello. Porque si no hubiese perspectivas de conseguir interés, los asuntos de los hombres se derrumbarían o se trastornarían. Muy pocas veces se encuentra a una persona que manifieste tal consideración hacia sus congéneres, hacia sus compatriotas o hacia su propio hermano y se muestre tan solícito como para estar dispuesto a conceder un préstamo en términos benevolentes.61 Por lo tanto, hemos prescrito, como muestra de favor hacia los hombres, que el interés sobre el dinero sea tratado como cualquier otra transacción comercial de las que son habituales entre los hombres. Por consiguiente, ahora que este claro mandamiento ha descendido desde el cielo de la Voluntad de Dios, es legal y apropiado cobrar intereses sobre el dinero, para que los pueblos del mundo, en un espíritu de amistad y camaradería, y con gozo y alegría, se dediquen con devoción a magnificar el Nombre de Aquel que es el Bienamado de toda la humanidad. Verdaderamente Él ordena de acuerdo con Su propia elección. Ahora ha hecho que el interés cobrado por el dinero sea legal, del mismo modo que hizo que fuera ilegal en el pasado. Él mantiene en su poder el reino de la autoridad. Él hace y ordena. Él es, en verdad, el Ordenador, el Omnisapiente. Da gracias a tu Señor, oh Zaynu'l-Muqarrabín, por este don manifiesto. Muchos eclesiásticos de Persia, mediante innumerables tretas y ardides, han subsistido gracias a las ganancias ilícitas obtenidas con la usura. Han tramado maneras de dar a la forma externa de la usura una apariencia de legalidad. Convierten en juguetes las leyes y ordenanzas de Dios, pero no entienden. Sin embargo, éste es un asunto que debe llevarse con moderación y equidad. Como prueba de sabiduría y en beneficio de las gentes, nuestra Pluma de Gloria se ha abstenido de fijar sus límites. No obstante, exhortamos a los amados de Dios a observar justicia y equidad y a hacer aquello que impulse a los amigos de Dios a mostrarse tierna compasión y misericordia los unos hacia los otros. En verdad, Él es el Consejero, el Compasivo, el Todomisericordioso. Quiera Dios que a todos los hombres se les ayude muníficamente a observar lo que la Lengua del Único Dios Verdadero ha proclamado. Y si ponen en práctica lo que hemos promulgado, Dios -exaltada sea su gloria- con seguridad duplicará su parte mediante el cielo de su favor. Verdaderamente Él es el Generoso, el Perdonador, el Compasivo. Alabado sea Dios, el Más Exaltado, el Más Grande. No obstante, se ha encomendado la dirección de estas cuestiones a los hombres de la Casa de Justicia para que ellos las hagan cumplir de acuerdo con las exigencias de los tiempos y los dictados de la sabiduría. Una vez más exhortamos a todos los creyentes a observar justicia y equidad y a mostrar amor y alborozo. Ellos son, de hecho, el pueblo de Bahá, los compañeros del Arca Carmesí. Sea con ellos la paz de Dios, el Señor de todos los Nombres, el Creador de los cielos.
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